Esto me ha permitido conocer gente de las más variadas formas de vida, culturas, estratos sociales y mentalidades. Y si bien no me llevo bien con TODO el mundo, tengo varios amigos y conocidos de los más variados estilos, y eso es lo que nutre mi alma día a día, el que tengo personas a las cuáles conocer aún más y que cada una aportará algo en mi vida.
No descarto que todo esto me haga ser un poco desequilibrada, pero prefiero eso que mantener una rutina, la rutina me cansa, la rutina me aburre, prefiero ser espontánea y correr riesgos que ser rutinaria e infeliz. Mi alma es nómada, y juzgue tanto tiempo a mi padre y a mi madre, por los constantes cambios de casa, por el desequilibrio familiar, por que no me sentía estable, y sin embargo, terminé sintiéndome así, en constante desestabilidad, no tanto emocional, sino más bien en mi actuar y en mi pensar.
Esta desestabilidad, nomadismo, espontaneidad, me han hecho feliz, por lo menos por ahora, agradezco casi todos los días las cosas que tengo y normalmente me despierto con una sonrisa en la cara, pensando en lo que aprendí el día anterior y en lo lindo que son mis sueños, reflejo de esos pensamientos que tengo a diario.
Se podría decir que mi filosofía de la vida se basa en dos palabras “Aprendizaje perpetuo”, es por esto que tengo un tatuaje en mi nuca que representa este pensar, que no define ninguna postura, ni ninguna mentalidad, sólo el deseo de siempre seguir aprendiendo, de siempre seguir pensando y reflexionando, de siempre indagar, y de nunca quedarse pegado ni atascado en algo, or el hecho que sea malo para nosotros, o que parezca que no podremos lograrlo, ningún obstáculo es demasiado grande si tenemos el deseo de aprender de él.
Y esto es lo que yo soy, una pequeña persona que se hará grande, gracias a sus ansias de aprendizaje.
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